¿Sabías que la vida útil de un neumático de camión no termina cuando la profundidad de su dibujo se reduce?

De hecho, la mejor manera de maximizar la rentabilidad de estos neumáticos es aprovechando al máximo sus «cuatro vidas», independientemente del ahorro de combustible que puedan proporcionar. A diferencia de los neumáticos de automóviles o motocicletas que puede que los neumáticos se cambien cuando su banda de rodadura comienza a desvanecerse, los de los camiones no.

Justo antes de que los surcos del neumático se desgasten por completo, se pueden observar unos indicadores de desgaste que nos alertan sobre la necesidad de realizar una reesculturación en un taller autorizado. De esta forma, el neumático puede tener una segunda vida útil cuando se vuelve a dibujar su banda de rodadura. Aunque esta vida útil es un poco más corta que la primera, resulta más rentable.

Una vez que finaliza el segundo ciclo de vida, comienza el proceso de «recauchutado». Durante esta tercera vida útil, se reemplaza completamente la banda de rodadura por una nueva. El método utilizado para este proceso puede variar, y puede ser realizado mediante recauchutado en frío o en caliente: 

  • Recauchutado en frío, también llamado de curado previo. Este proceso tiene varios pasos, primero se utiliza una banda de rodadura premoldeada y pre vulcanizada para reemplazar la anterior, que se coloca sobre la carcasa del neumático, uniéndose mediante una capa fina de caucho que actúa como adhesivo y se vulcaniza.
  • Recauchutado en caliente o curado por molde. En el que se aplica caucho sin vulcanizar al neumático previamente pulido, y se coloca en un molde, como si se tratara de un neumático nuevo. Los pequeños detalles son los que pueden diferenciarlo de un neumático nuevo, como un color más oscuro de la banda de rodadura o alguna pequeña cicatriz en la zona de unión de ésta con la carcasa.

Es importante destacar que un neumático recauchutado solo puede ser montado en un eje motriz o en un remolque/semirremolque, y nunca en el eje direccional. Sin embargo, un neumático reesculturado no tiene estas limitaciones.

El reesculturado de un neumático, también conocido como «rayado», se realiza mediante  la profundización del dibujo de la banda de rodadura mediante el uso de cuchillas calientes que retiran parte de la goma existente en las ranuras. Este proceso se lleva a cabo cuando la profundidad del dibujo ronda los 3 mm, según lo indicado por el fabricante.

Este método es muy recomendable ya que, en comparación con un neumático nuevo, un neumático reesculturado ofrece menos resistencia a la rodadura. Esto repercute en una reducción del consumo de combustible y en la posibilidad de recorrer decenas de kilómetros adicionales. Por lo tanto, es una opción rentable para aquellos que buscan maximizar la vida útil de sus neumáticos de manera eficiente y sostenible.

También  puede realizarse en neumáticos recauchutados, lo que supone su cuarta vida. Sin embargo, para que un neumático sea apto para el recauchutado, es necesario que la carcasa esté en perfectas condiciones y que el desgaste sea uniforme. La evaluación del estado de la carcasa se lleva a cabo mediante una inspección detallada por parte de un  recauchutador. 

Por consiguiente, es crucial cuidar bien los neumáticos a lo largo de toda su vida útil. En algunos casos, si la carcasa ha sufrido poco estrés y no ha tenido ningún daño grave, es posible recauchutarla por segunda vez.

Cabe destacar que los neumáticos montados en un mismo eje deben haber sido recauchutados por el mismo recauchutador, aunque la carcasa puede ser de un fabricante diferente.

 

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