Durante el 2022, el mercado de transporte en cisternas, ha experimentado una serie de fluctuaciones en la demanda en cada una de sus especialidades. En particular, las empresas del sector se han visto afectadas por el aumento de los precios de la energía, lo que ha representado un gran desafío para ellas.
Según afirma la Confederación española de transporte de mercancías (CETM) el año pasado hubo escasez de conductores, camiones y cisternas, y el precio de los combustibles aumentó considerablemente. La invasión de Rusia en Ucrania ha agregado otro factor de inestabilidad, que ha alterado todas las previsiones de estabilidad y está generando incertidumbre, inflación y costos energéticos fuera de control, junto con desequilibrios en los flujos de mercancías.
Según José Luis Ruiz, el vicepresidente de Químicos, asegura que “para nuestra especialidad fue un año de mucho trabajo; al menos los primeros 9/10 meses del año hemos tenido un nivel muy elevado de actividad. Además, creo que se dieron las circunstancias para poder elevar las tarifas y así recuperar parte de los márgenes que se habían perdido los últimos años, pero esta tarea tiene que continuar y será una labor a muy largo plazo, ello contando con que no vengan bajadas de actividad que pongan nervioso al sector. Pero insisto, será la única manera de garantizar poder contar con conductores y cumplir con las importantísimas subidas de costes que estamos sufriendo desde la pandemia y que se han visto agravadas por la guerra en Ucrania. En conclusión, hubo actividad y mejora de tarifas, pero también una importante subida de costes”.
En cuanto a las matriculaciones de cisternas, los efectos de la pandemia siguen siendo evidentes. Tanto el año 2021 como el 2022, no se alcanzó la cifra de cien matriculaciones en ningún mes. Además, la evolución interanual no muestra signos de recuperación, sino más bien lo contrario. Mientras que en 2020 se registraron más de 800 unidades o cifras muy cercanas a esta, en 2021 se osciló alrededor de las 750 matriculaciones, y aunque el promedio subió durante los seis primeros meses de 2022 en comparación con 2021, en los últimos meses ha disminuido, lo que no es una buena señal. Como resultado en 2022, las matriculaciones son un 4% inferiores a las de 2021 y alrededor de un 9% más bajas que las de 2020.
¿Cómo se prevé el 2023?
El 2023 se caracteriza por un año de incertidumbre, debido a diversos factores que ya hemos mencionado anteriormente y que se siguen arrastrando del año pasado. Uno de los factores que determinará cómo va a evolucionar el resto del año, será la manera en la que se resuelva toda la coyuntura global energética.
A pesar de que los indicadores económicos pronostican una crisis económica, la actividad parece continuar sin detenerse.
Se profundizará en los avances logrados durante 2022 y se pretende establecer una base sólida para las relaciones con los clientes en el futuro.
Los problemas estructurales de este sector persisten, especialmente en relación con la escasez de conductores, lo que requiere cambios importantes como el fomento de la multimodalidad, particularmente en España, donde estamos considerablemente rezagados .
Por otro lado, se espera que se siga trabajando en la mejora de la seguridad vial y se consiga la reducción del impacto ambiental de las operaciones, además de garantizar unas buenas condiciones de trabajo.
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